Abordar la Amazonía venezolana desde un punto de vista periodístico pasa por comprender el territorio no solo como un parche boscoso heterogéneo sino como una zona que abarca 8.400.000 kilómetros cuadrados de bosques tropicales y cuencas, que está integrada por ocho países y un territorio de ultramar y donde habitan más de tres millones de personas.
Dentro de cada hectárea de la Amazonía hay diferentes especies de plantas, animales y condiciones particulares. Tiene áreas de endemismo donde está concentrada una información genética que es clave para los ecosistemas y la vida en general.
Abordarla con el enfoque correcto también implica reconocer los saberes ancestrales que los más de 350 pueblos indígenas han desarrollado durante más de 20 mil años, siendo ellos los principales defensores del territorio hoy amenazado.
Con estos puntos claves, durante la primera clase del programa de capacitación Una mirada periodística a la Amazonía Venezolana organizado por la Red de Periodistas de la Amazonía venezolana, la bióloga y presidenta de la Sociedad Venezolana de Ecología (SVE), Vilisa Morón, invitó a los comunicadores sociales a repensar la forma en la que el ser humano se relaciona con el ambiente.
En palabras del director de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) en Guayana, Oscar Murillo: “Vivir en la Amazonía nos obliga a construir un nuevo paradigma con la naturaleza, con la tierra y con los seres humanos. No es solo la evaluación del conflicto -que es amplio- sino también la necesidad de repensar nuestra vida alrededor y consciente de la dimensión de lo que significa la Amazonía”.
Una exploración del sur del Orinoco
El sur del Orinoco es rico en fauna, flora, cultura aportada por los más de 20 pueblos indígenas que ahí habitan y, además, tiene riqueza geológica al poseer parte del escudo guayanés.
De acuerdo con los datos proporcionados por la especialista, el 70% de la cuenca binacional del Orinoco está en Venezuela, y el otro porcentaje en Colombia. El Orinoco es el tercer río más caudaloso del mundo, y el cuarto más extenso de América del sur, por eso, por ejemplo, es el hábitat de 995 especies de peces.
¿Qué más podemos encontrar al sur del Orinoco? Además de tener un amplio sistema de áreas protegidas, es ahí donde habitan 891 especies de aves y el 90,6% de todas las especies registradas para todo el escudo de las Guayanas. Un tercio de los anfibios registrados en todo el país son exclusivos de esa región. En este documento puedes consultar más datos sobre este territorio.
Figuras de conservación, marco legal ambiental y contexto
El marco legal que regula la gestión ambiental en Venezuela es robusto y preciso. El problema, subraya la especialista, es que no se cumple. Pero, antes de contrastar la ley con la realidad, hay que pasear por los conceptos básicos:
¿Qué es un Área Protegida (AP)? Por definición de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) es “un espacio geográfico, claramente definido, reconocido, dedicado y gestionado por medios legales y otros medios eficaces para lograr la conservación a largo plazo de la naturaleza y los valores culturales y servicios de ecosistemas asociados”.
Categorías de manejo:
- Protección estricta
- Conservación y protección de ecosistemas
- Conservación de rasgos naturales
- Conservación de manejo active
- Conservación de paisajes terrestres y marinos
- Uso sostenible de recursos naturales
Es importante que los periodistas no confundan las AP con las Áreas Bajo Régimen de Administración Especial (Abrae). Estas últimas son áreas demarcadas y categorizadas para diferentes usos, pero que no necesariamente cuentan con protección.
En Venezuela son consideradas áreas protegidas:
- Los parques nacionales
- Reservas, refugios y santuarios de fauna silvestre
- Monumentos naturales
- Algunas reservas de biósfera que contienen parques nacionales, monumentos naturales o zonas de conservación
Mientras que las Abrae abarcan:
- Áreas protegidas
- Zonas protectoras
- Reservas forestales
- Áreas especiales de seguridad y defensa
- Zonas de interés turístico
- Áreas sometidas a un régimen de administración especial consagradas en los tratados internacionales
- Áreas de manejo integral de recursos naturales: Zonas de reserva para construcción de presas y embalses, costas marinas de aguas profundas, hábitats acuáticos especiales para explotación o uno intensivo controlado, áreas terrestres y marítimas con alto potencial energético y minero y planicies inundables
- Áreas rurales de desarrollo integrado
- Áreas de protección y recuperación ambiental
- Sitios de patrimonio histórico cultural
- Reservas nacionales hidráulicas
- Áreas de protección de obras públicas
- Áreas críticas con prioridad de tratamiento
- Áreas boscosas bajo protección
- Reservas de biósfera
- Áreas de frontera
Contexto de las áreas protegidas de Venezuela:
La actividad agropecuaria descontrolada, el aprovechamiento forestal no planificado, turismo insostenible y la expansión de la minería tras la aprobación del megaproyecto inconstitucional Arco Minero del Orinoco (AMO) provocaron la pérdida del 2% (equivalente a más de un millón de hectáreas) de los bosques de la Amazonía venezolana en los últimos 20 años.
Morón enfatizó que si continúa la tasa de deforestación, en menos de 20 años el territorio perderá otro 2% de su bosque, lo cual es alarmante porque el sur del Orinoco ya sufrió una pérdida equiparable al norte, donde históricamente se concentró la mayor parte de la actividad económica del país.
“Estamos relegando lo más valioso de nuestro país. Nadie está empleando medidas para compensar los cambios que se producen por la actividad humana y estamos llevando a la Amazonía a un punto de no retorno en el que los bosques no podrán recuperarse, todo será sabana y los primeros perjudicados serán los pueblos indígenas”, sentenció la especialista.
La tendencia es que perdemos bosques mientras aumenta la producción agropecuaria descontrolada y la minería. Esas acciones locales y regionales -alentadas además por el Estado- repercuten en el escenario global, pues contribuyen con la crisis climática.
A escala local, la Amazonía está llegando a un punto de no retorno, en el que los bosques perderán su capacidad de recuperarse.
Veamos en detalle algunas acciones humanas que devastan el territorio amazónico:
- La tala y quema indiscriminada con fines agropecuarios cambia el uso del terreno que en un principio no tiene las condiciones necesarias para la cría de ganado. Como por ejemplo: La cría de ganado en el Parque Nacional Canaima.
- La huella minera del AMO, que implica romper la superficie del suelo donde están los 20 centímetros de capa donde crecen las plantas. O la contaminación de las fuentes de agua por mercurio o cianuro. El suelo queda desértico, se secan los morichales y, por lo tanto, aumenta el calor. Los animales, además, pierden su hábitat.
- La cacería furtiva y extracción ilegal de fauna y flora provoca que las presas naturales de los depredadores disminuyan. Como por ejemplo: La pesca indiscriminada y cacería de aves en el Delta del Orinoco.
Estas acciones generan cambios también en el macro y micro clima. De repente, por ejemplo, hace más calor.
Un dato: Más del 89% de los indígenas Ye’kwana, que habitan en el Alto Caura, perciben algún cambio climático en sus territorios: Disminución de las lluvias, incremento general de las temperaturas, modificación de inundaciones y sequías, incertidumbre en la predicción del clima.
También perciben una potencial desaparición de entre 8% y 33% de las especies conocidas de los tepuyes. [Bevilacqua, 2018]
Un paseo por los cambios ambientales globales y cambio climático:
La tierra es un sistema abierto compuesto por una litósfera, biósfera, atmósfera, hidrósfera y criosfera. Los componentes interaccionan entre sí, por lo que si alguna parte cambia por la acción humana, lo demás también se verá afectado.
Toda acción humana tiene una incidencia en el sistema de la tierra.
Aunque hay cambios globales internos y externos que afectan los procesos básicos de la tierra, el principal motor de cambio global en la era moderna es la actividad humana.
Los cambios bruscos ocurren desde que el hombre comenzó a utilizar la energía de los combustibles fósiles y al modificar de forma acelerada y a escala muy grande toda la cobertura de la tierra. La población humana aumenta y cada día demanda más recursos y espacio para expandirse. El uso descontrolado de los recursos naturales alteró los ecosistemas generando pérdida de biodiversidad, calentamiento global, cambios en el ciclo del agua y desertificación del suelo.
Lo que a su vez causó pérdida de la calidad de aire, suelo y agua, e impactó directamente la salud humana, seguridad alimentaria y desarrollo económico.
La profesora Vilisa enfatizó en que estos cambios no van a provocar que la tierra se acabe -a menos que el sol explote-, sino la extinción del ser humano como especie.
El calentamiento global es el aumento de la temperatura de la superficie terrestre a causa principalmente de la emisión de gases de efecto invernadero. Este aumento de temperatura estimula el cambio climático y, por tanto, derrite glaciares, aumenta el nivel del mar y provoca que algunos de los fenómenos atmosféricos sean más intensos y el tiempo sea todavía más impredecible.
Desde 1800 (siglo XIX, auge de la era industrial) el uso de combustibles fósiles que implica la emisión de gases de efecto invernadero que atrapan el calor en la superficie de la tierra provocó un aumento de temperatura inédito. Desde entonces cada año es más caliente que el anterior toda vez que ningún país asume un compromiso real para detener el problema.
El llamado que los especialistas hacen es a replantear los modelos económicos de desarrollo y la forma en que las personas, en su cotidianidad, consumen determinados productos y servicios.
Como comunicadores sociales, ¿qué debemos tomar en cuenta a la hora de escribir una historia ambiental? Cuando estés buscando el enfoque de tu historia o explorando determinado tema ten en cuenta que:
- El ser humano es parte del problema ambiental, pero también de la solución. Desde las comunidades surgen iniciativas de conservación que es necesario abordar.
- Las comunidades indígenas son las principales defensoras de la biodiversidad.
- Es necesaria la buena gobernanza con transparencia, alternabilidad y decisiones consensuadas, aspectos de los que Venezuela carece: No hay institucionalidad ambiental.
- La ciudadanía tiene que exigir las políticas públicas y ejercer contraloría en materia ambiental.
- El sistema de áreas protegidas está debilitado por falta de personal y presupuesto; así como la capacidad de investigación científica, de la que el Estado está divorciado.
- Venezuela cuenta con un marco legal extenso y preciso en materia ambiental que debemos tener siempre presente. Acá la lista completa.
- Para escribir sobre temas ambientales hay que desarrollar una sensibilidad especial, y estar dispuesto a entrar en contacto con la naturaleza.
- Hay formas de explorar los cambios globales. Comienza por identificar su incidencia o alcance que está dividido en: alcance local, nacional y global. Tenemos que tener muy claro qué es lo que queremos abarcar para poder hacer las preguntas precisas.
- Si no tienes información base, puedes confundir términos, malinterpretar o no hacer las preguntas precisas para abordar el tema con el enfoque correcto. Primero lee y escucha información científica. De esa manera podrás hacer las mejores preguntas y aprovechar al máximo a los expertos que estás entrevistando.
- No confundas tiempo atmosférico con sistema climático. El primero son las condiciones atmosféricas en un período corto, y el segundo es el promedio de esas condiciones atmosféricas a lo largo del tiempo o los años.
- No todos los fenómenos atmosféricos están relacionados con la crisis climática. No lo atribuyas con ligereza, su relación tiene que tener base científica.
- ¿Necesitas conectar con profesionales en el área ambiental para tus trabajos? @akehe_venezuela, una red de profesionales en el área de conservación ambiental, es una buena forma de comenzar.
-
Presiones sobre la Amazonía, economías ilícitas y DD HH
En la segunda ponencia del programa de formación, Eumelis Moya, abogada y coordinadora del Centro de Derechos Humanos de la UCAB Guayana, describió el contexto de economías ilícitas y formas de esclavitud moderna que giran en torno a la minería en el sur de Venezuela.
Solo el Estado puede violar derechos humanos individuales y colectivos, recalcó. Al sur de Venezuela, lo hace de tres formas: por omisión, por acción y por complicidad. Es necesario que los comunicadores sociales aborden el tema con enfoque en derechos humanos y género.
Por su ubicación geográfica y abundancia de recursos naturales, el estado Bolívar es el lugar de tránsito y destino de cada vez más personas que persiguen el oro para paliar sus necesidades. Pero desde que la minería se convirtió en la actividad económica principal, el lugar también se convirtió en un corredor de tráfico de combustible, armas, drogas y personas.
Las zonas mineras están controladas por grupos armados que operan con la cooperación del Estado venezolano y que basan su dominio en la instauración de normas que implican castigos ejemplarizantes, torturas, desapariciones y asesinatos.
Investigaciones académicas y periodísticas han demostrado el enriquecimiento ilícito de militares.
La producción de oro también se da en un contexto de explotación laboral y sexual toda vez que 70% del material aurífero que se saca, se fuga en contrabando.
Además de sembrar el miedo, los grupos armados también procuraron la legitimación del pueblo a través de obras sociales, donaciones y ofrecimiento de protección contra otras bandas criminales o los atropellos de funcionarios del Estado que también se enriquecen con la explotación de minerales.
Alrededor de la minería, controlada por grupos armados, hay una forma de vida y producción que no solo implica jornadas de trabajo de más de 12 horas diarias, sino la explotación sexual de mujeres, adolescentes y niñas, cuyos servicios son demandados y remunerados por los mineros.
“El sistema”, además, las responsabiliza de las consecuencias del trabajo sexual y doméstico en condiciones precarias y bajo engaño. Por ejemplo: La mujer es castigada si contrae una enfermedad de transmisión sexual, cuando el cliente la obligó a tener sexo sin protección.
La dinámica extractivista también provocó el desplazamiento de comunidades indígenas que huyen de los atropellos de las bandas criminales y de los funcionarios del Estado. Líderes indígenas y guardias territoriales son asesinados o reportados como desaparecidos con cada vez más frecuencia. Así lo han confirmado investigaciones académicas y periodísticas e informes de la Misión de Determinación de Hechos de Naciones Unidas.
A continuación una lista de lecturas para estudiar a fondo el contexto de violencia y violación de derechos humanos del Arco Minero del Orinoco:
- De lo laboral a lo sexual: formas de esclavitud moderna en el estado Bolívar, Centro de Derechos Humanos UCAB Guayana
- Esclavitud moderna en pueblos y comunidades indígenas en el estado Bolívar, Centro de Derechos Humanos UCAB Guayana
- Formas contemporáneas de esclavitud en el estado Bolívar. Una perspectiva género sensitiva, Centro de Derechos Humanos UCAB Guayana
- Conclusiones detalladas de la Misión internacional independiente de determinación de los hechos sobre la República Bolivariana de Venezuela: La situación de los derechos humanos en el Arco Minero del Orinoco y otras áreas del estado de Bolívar
- Oro mortal, Transparencia Venezuela
- Oro y pistas clandestinas: así se destruye la selva venezolana, El País, Armando.info
- Viaje a la fosa de la devastación del Arco Minero del Orinoco, Correo del Caroní, Runrunes y Transparencia Venezuela
- La huella tóxica del mercurio llegó a la Gran Sabana, Correo del Caroní